Esperanza: Mucho más que una palabra Franciscana

Date Published: July 23, 2025

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Franciscan Wisdom Series

“La esperanza es la actitud fundamental que nos sostiene en el camino. No consiste en esperar con resignación, sino en esforzarse con fervor hacia la vida verdadera, que lleva el estrecho perímetro individual mucho más allá.  Como el papa Benedicto XVI nos hizo recordar, la esperanza "está ligada a la unión vivida con un 'pueblo', y para cada persona solo puede alcanzarse dentro de este 'nosotros'". 

Papa Francisco, "¿El fin del mundo? Crisis, responsabilidades, esperanzas". 

Este es precisamente el momento 
Cuando los artistas van a trabajar. 
No hay tiempo para la desesperación, 
No hay lugar para la autocompasión, 
No hay necesidad de silencio,  
No hay espacio para el miedo. 
Hablamos, escribimos,  
Trabajamos el lenguaje. 
Así es como la imaginación cura. 
~Toni Morrison 

 

"Esperanza" es una palabra franciscana muy importante que pasa a ser mucho más que una palabra cuando comienzo a meditar sobre ella, en especial en un contexto como este supuesto tiempo de "policrisis".  Con celeridad me doy cuenta de que me encuentro indefenso y solo sin el "nosotros" de lo que el papa Benedicto llama "un pueblo", y lo que los franciscanos llamamos una "fraternitas". 

La edad, y el jugar con las palabras durante años, me ha convencido de que EL regalo de los franciscanos para el mundo hoy es nuestra propia interrelación como hermanos, nuestra "fraternitas".  En nuestra "fraternitas" encontramos definidas y clarificadas nuestras propias identidades y, con ello, encontramos también la esperanza que nos anima.  Y en la medida en que abrimos ese círculo cada vez más amplio de "fraternitas" a los demás (y les permitimos entrar, dejamos, también, que experimenten un lugar alegre de esperanza), en esa medida creamos en conjunto lo que San Francisco llamaba "fraternitas". En la "fraternitas" surge un "nosotros" que es definido y centrado por aquellas personas separadas que, juntas, se convierten en un "nosotros".  

San Francisco rechazó las definiciones de otros fundadores sobre en quiénes nos convertimos, como religiosos, mediante la fiel observancia de la Regla.  En su lugar, abrazó la definición descriptiva que Dios le entregó y, por extensión, a los hermanos: que debían convertirse en nuevas especies de locos en el mundo, figuras de sabiduría que surgen extrañamente cuerdas y llenas de esperanza mientras abren los brazos a aquellos que quisieran unírseles en la loca danza del amor, incluso en medio de la guerra, el cambio climático, los problemas energéticos, las epidemias, el fenómeno migratorio y la innovación tecnológica, todos en erupción de forma simultánea.   

Como Dios hizo con San Francisco y los leprosos, Dios nos pide ahora que abramos los brazos y "obremos la misericordia" unos con otros y con quienes se unan a nosotros en nuestra loca peregrinación aquí en la tierra. 

La fraternitas parece darse cuando empezamos a "obrar la misericordia unos con otros", no cuando tenemos compasión o lástima, actitudes ambas que gotean condescendencia y arrogancia. En cambio, Francisco dice que el Señor lo condujo entre los leprosos, "et feci misericordiam cum ipsis" ("y obré la misericordia con ellos").  Él y los leprosos se obraban la misericordia mutuamente; era un gesto recíproco. 

Fraternitas es una interacción redimida y redentora que brilla como el sol de la justicia y llama a los demás a querer formar parte de esa relación recíproca.  Llámenla esperanza, alegría o renacimiento.  Une y cura, y eso es gran parte de lo que creemos.  Creemos además que, si ponemos en práctica esta creencia, entonces nuevas especies de locos empezarán a sanar el mundo.  La esperanza es el testimonio de que la sabiduría ingenua se encuentra viva y bien, y vive allí donde todavía se obra la misericordia.