El futuro necesita el espíritu Franciscano

Date Published: October 22, 2025

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Franciscan Wisdom Series

El futuro necesita el espíritu Franciscano 

By: Rev. Cameron Trimble, autora del blog Piloting Faith 

“Lo que estamos buscando es lo que está buscando.” — San Francisco de Asís 

Acabo de pasar dos días en compañía de almas extraordinarias: monjas, frailes y laicos de comunidades Franciscanas de todo el mundo, reunidos no para preservar el pasado, sino para imaginar el futuro. 

No estaban ideando estrategias para mantener vivas las instituciones. Estaban haciendo una pregunta mucho más radical: ¿Qué tipo de presencia necesitará el mundo de nosotros en los años venideros? 

Mientras soñábamos juntos sobre la forma del futuro—colapso ecológico, fragmentación social, agitación tecnológica, anhelo espiritual—lo que surgió fue más que una estrategia. Fue una especie de plantilla espiritual, una que refleja lo mejor de la tradición Franciscana pero que resuena mucho más allá de ella. 

Estas líneas se sentían como una invitación no solo para frailes y monjas, sino para todos nosotros. 

Sentimos que en el futuro la Tierra llevará más heridas que nunca: bosques quemados, mares en ascenso, pueblos desplazados, especies en duelo. El mundo necesitará sanadores de la Tierra—quienes vean la creación no como un recurso a explotar, sino como un par sagrado al que honrar y proteger. 

Necesitaremos profetas de la simplicidad—personas que vivan con las manos abiertas en un mundo de puños cerrados, que encarnen la verdad de que la alegría no está en acumular, sino en la conexión profunda. 

Necesitaremos constructores de puentes y pacificadores—quienes sepan mantenerse presentes ante la diferencia, que elijan la comunión sobre el control, que encarnen la humildad en una cultura obsesionada con tener la razón. 

Necesitaremos compañeros de los pobres y marginados—no como rescatadores o héroes, sino como compañeros de viaje. Necesitaremos personas que entiendan que la dignidad no proviene del estatus o la riqueza, sino de nuestra humanidad compartida y valor sagrado. 

Y quizás, más que nada, necesitaremos maestros de la alegría y la belleza—quienes rían libremente, lloren profundamente y vean a Dios en lo ordinario. Ellos sabrán que el deleite es una forma de resiliencia. 

Estas no son solo vocaciones Franciscanas. Son humanas. Son los contornos de una vida espiritual basada en la humildad, la alegría, la simplicidad y la solidaridad—cualidades presentes en muchas tradiciones, pero iluminadas aquí con luz Franciscana. 

Las viejas historias de control, dominación y separación están desmoronándose. En su lugar, se nos invita a recordar una verdad más profunda: que pertenecemos los unos a los otros, que la Tierra está viva, y que el amor sigue siendo la fuerza más poderosa que hemos conocido. 

El carisma Franciscano ofrece un patrón, una línea melódica en una sinfonía más grande de vida sagrada. Es un testimonio que necesitamos—no necesariamente para convertirnos en Franciscanos (aunque es una buena opción), sino para convertirnos en seres humanos más plenos. 

Tomemos ese llamado—no en hábitos ni reglas, sino en reverencia y relación. 

El futuro no solo necesita nuevos sistemas. Necesita nuevas almas. 

Estamos juntos en esto. 

Preguntas para la reflexión 

¿Cuál de las cinco invitaciones—sanador, profeta, constructor de puentes, compañero, maestro—te llama más profundamente en esta etapa de tu vida? 

¿Cómo podrías expresar humildad, simplicidad o alegría en tus decisiones cotidianas? 

¿Qué tradiciones espirituales, historias o prácticas te recuerdan tu lugar en la red sagrada de la vida? 

Para más información, visita el blog Piloting Faith: The Future Needs the Franciscan Spirit.